Marketing turístico: alza el vuelo con indigitall

El turismo, ese motor imparable de experiencias y emociones, ha encontrado en la tecnología a su mejor copiloto. Hoy más que nunca, el marketing turístico es un factor determinante en la viabilidad de tu negocio, pues es esencial para destacar en un sector que no solo es competitivo, sino también cambiante. 

Desde la inspiración previa al viaje hasta la fidelización tras el regreso, cada etapa cuenta. Hoy vamos a ver cómo puedes alzar el vuelo de tu estrategia turística y llevarla a las alturas con soluciones innovadoras y eficaces como las de indigitall.

¿Qué es el marketing turístico?

El marketing turístico abarca todas aquellas estrategias orientadas a promover destinos, servicios o experiencias relacionadas con el ocio y los viajes. No se trata solo de vender vuelos o noches de hotel, sino de conectar con las emociones del viajero, de inspirarlo, guiarlo y acompañarlo en cada paso de su travesía.

Ahora, la mayoría de usuarios ya no van a una agencia a ver un folleto y que se lo expliquen todo. Estamos en un entorno digitalizado. Así, este tipo de marketing requiere precisión, personalización y omnicanalidad. Desde la inspiración hasta la fidelización, cada mensaje y cada canal deben estar sincronizados para crear una experiencia memorable.

Qué empresas del sector comprende

El marketing turístico es transversal y abarca a una amplia variedad de actores:

• Hoteles, resorts y alojamientos turísticos
• Aerolíneas y empresas de transporte
• Agencias de viajes online y tradicionales
• Destinos turísticos y oficinas de turismo
• Cruceros y touroperadores
• Plataformas de experiencias y ocio (tours y actividades)
• Empresas de alquiler de vehículos

En todos estos casos, el objetivo es común: atraer, convertir y fidelizar. Y para lograrlo, contar con soluciones digitales adaptadas como las que ofrece indigitall marca la diferencia.

Qué factores clave determinan la elección de un usuario en marketing del sector viajes

Cuando una persona elige un destino o una experiencia turística, no lo hace al azar. En realidad, toma una decisión influenciada por una combinación de emociones, referencias sociales, percepciones de valor y expectativas. 

Esta elección está llena de matices y suele comenzar mucho antes de que se inicie el viaje físico: empieza en la mente del viajero.

Inspiración emocional

Todo viaje nace de una emoción. El deseo de desconectar, descubrir algo nuevo, celebrar, reencontrarse o simplemente romper con la rutina. Las decisiones turísticas se alimentan de emociones, imágenes e historias que despiertan algo interno en el viajero.

Por eso, el contenido visual atractivo, como vídeos inspiradores, testimonios auténticos o imágenes que evocan sensaciones reales, tiene un peso enorme en la decisión. Las marcas deben contar historias, no solo mostrar productos.

Utilizando herramientas de automatización como las de indigitall, puedes enviar contenido altamente visual y personalizado a los usuarios en el momento en que están buscando inspiración, ya sea a través de web push, notificaciones in-app o mensajes en redes sociales.

Recomendaciones y opiniones sociales

Las opiniones de otros viajeros pesan tanto como —o incluso más que— la propia publicidad. Antes de reservar, el usuario buscará reseñas en Google, TripAdvisor, redes sociales o foros especializados.

Ver valoraciones positivas o experiencias compartidas por personas similares puede inclinar la balanza a favor de una marca u otra. Esto genera un fenómeno de prueba social que legitima la decisión. 

Puedes automatizar la solicitud de valoraciones justo después de la experiencia y, con herramientas como indigitall, pedir al cliente que deje su opinión en el canal adecuado, aumentando así tu reputación online y mostrando una actitud proactiva.

Personalización y relevancia

El viajero de hoy no quiere ofertas genéricas. Busca propuestas alineadas con sus gustos, su presupuesto, el tipo de viaje que desea hacer (familiar, romántico, de aventura…) y con el tiempo del que dispone.

Una experiencia que encaja perfectamente con lo que busca se percibe como más valiosa. Esa relevancia se convierte en un detonante directo de la acción. Con la segmentación inteligente y el análisis del comportamiento del usuario, indigitall permite ofrecer recomendaciones personalizadas, recordatorios contextuales y promociones ajustadas al perfil y etapa del viaje del cliente.

Facilidad de reserva y confianza

Un proceso de reserva complicado, confuso o inseguro puede frustrar al usuario y hacerlo abandonar. Por el contrario, si la marca ofrece un entorno fluido, con asistencia clara y rápida, y transmite fiabilidad, el usuario se sentirá acompañado y avanzará con seguridad.

Además, los viajeros valoran muchísimo la atención inmediata ante cualquier duda, ya sea sobre políticas de cancelación, documentación o servicios disponibles. Con chatbots multilingües, notificaciones automáticas y mensajes programados vía WhatsApp, las marcas pueden resolver inquietudes al instante, sin fricciones. Esto no solo mejora la experiencia, sino que reduce las tasas de abandono y aumenta la conversión.

Precio, valor percibido y promociones

El precio es importante, pero lo que realmente importa es la percepción del valor. ¿Qué incluye? ¿Qué me garantiza? ¿Qué diferencia esta experiencia de otras similares?

Una oferta que transmite valor añadido, ya sea por beneficios exclusivos, ubicación, trato personalizado o servicios adicionales, será más atractiva, incluso si no es la más económica.

El marketing turístico debe poner el foco en lo que hace única tu propuesta. Con campañas geolocalizadas, contenido dinámico y promociones automatizadas, puedes destacar los puntos fuertes de tu oferta en el momento justo y al perfil adecuado.

Tiempo, disponibilidad y temporalidad

La estacionalidad, la duración del viaje, la disponibilidad en fechas concretas o incluso el clima influyen directamente en la decisión de compra. Muchos usuarios buscan escapadas de última hora, mientras otros planifican con meses de antelación.

Aquí entra en juego la capacidad de la marca para adaptarse al calendario mental del viajero. Gracias a la automatización de campañas según la etapa del viaje del cliente, puedes anticiparte a las búsquedas, enviar alertas de última hora o lanzar promociones específicas en momentos clave del año, optimizando el retorno de cada acción.

Como ves, la decisión de elegir un viaje o experiencia no es puramente racional ni responde solo a estímulos publicitarios. Es una combinación de emoción, confianza, relevancia y oportunidad.

Características del marketing turístico

Si las decisiones del usuario en el sector tienen tantas particularidades, y además bastante emocionales, el marketing turístico tiene que adaptarse a ellas, haciéndolo a su vez único. ¿Cómo es el marketing turístico?

• Intangible por naturaleza: Los servicios turísticos no se pueden ver ni probar antes de comprarlos. Se venden emociones, expectativas y promesas de experiencias futuras.
• Altamente emocional: La decisión de viajar está profundamente vinculada a sentimientos como la curiosidad, la desconexión, la celebración o el deseo de explorar. El marketing debe apelar a estas emociones para conectar de verdad con el cliente.
• Visualmente inspirador: Imágenes atractivas, vídeos envolventes y narrativas auténticas son fundamentales para captar la atención. Lo visual no solo informa, sino que seduce.
• Centrado en la experiencia del cliente: El objetivo no es solo vender un servicio, sino construir recuerdos positivos. Cada interacción con la marca debe contribuir a una vivencia global satisfactoria.
• Condicionado por la estacionalidad: Las campañas deben adaptarse a temporadas altas, festivos o eventos culturales. La demanda turística fluctúa, y las estrategias deben acompañar ese ritmo.
• Altamente personalizado: Cada viajero tiene motivaciones distintas. La segmentación y la personalización son esenciales para entregar propuestas relevantes y eficaces.
• Simultáneo en producción y consumo: El servicio turístico se ofrece y se consume al mismo tiempo. Por tanto, la experiencia en el momento real adquiere un valor crítico.
• Colaborativo por naturaleza: La promoción de un destino implica la cooperación entre diversos actores: hoteles, agencias, aerolíneas, entidades públicas… Una visión integrada potencia el impacto de las acciones.
• Marcado por la alta competencia: El sector está saturado de ofertas. Diferenciarse mediante propuestas únicas, experiencias memorables y comunicación eficaz es clave para destacar.

Tipos de marketing turístico

El sector turístico es amplio y diverso, y por ello, no existe una única forma de promocionar productos o servicios. Cada segmento del mercado requiere un enfoque específico, adaptado a las motivaciones del viajero y al tipo de experiencia que busca.

Marketing de destinos

Este enfoque posiciona un lugar —una ciudad, una región o un país— como el eje de la experiencia. La campaña gira en torno a su identidad visual, cultural, histórica o natural. Se trata de inspirar al viajero a través de sus paisajes, su patrimonio o el estilo de vida local, haciendo del destino una marca en sí misma.

Marketing de alojamientos

Centrado en hoteles, resorts, hostales o campings, este tipo de marketing busca destacar la propuesta de valor del establecimiento: su ubicación, sus servicios diferenciadores, la experiencia del huésped o el diseño de sus instalaciones. La fidelización y la recurrencia son objetivos clave aquí.

Marketing gastronómico

La cocina local es uno de los motores más potentes de atracción turística. Promocionar platos típicos, productos autóctonos o experiencias culinarias (como catas, mercados o talleres) permite al visitante conectar con la cultura del lugar de una forma sensorial y auténtica.

Marketing de experiencias y actividades

Esta modalidad pone el foco en lo vivencial: rutas de senderismo, deportes de aventura, visitas culturales, festivales o excursiones temáticas. Se apela a la emoción, a la búsqueda de momentos únicos que respondan a intereses específicos del viajero.

Marketing de turismo sostenible

El respeto por el entorno, las comunidades locales y los recursos naturales son el eje de este enfoque. Se dirige a un viajero consciente, que valora la responsabilidad ambiental y social en sus decisiones de consumo. Aquí, destacar prácticas sostenibles o certificaciones puede marcar la diferencia.

Marketing de turismo de negocios (MICE)

Aunque no lo parezca, este tipo de marketing tiene mucho de turístico. Diseñado para eventos corporativos, congresos, reuniones o viajes de incentivo. Las campañas deben subrayar aspectos como la conectividad, la capacidad hotelera, la infraestructura tecnológica o los servicios complementarios orientados a la eficiencia profesional.

Marketing de agencias de viaje y planificación

Las agencias cumplen un rol clave como intermediarios de confianza. Su marketing se enfoca en mostrar facilidad, seguridad y atención personalizada en la organización de viajes, destacando paquetes, asesoramiento experto o servicios a medida.

Marketing de bienestar y wellness

Muchos usuarios viajan buscando salud, descanso y desconexión. Incluye spas, retiros de yoga, tratamientos holísticos o destinos tranquilos con propuestas de bienestar físico y mental. El tono comunicativo debe ser relajante, envolvente e inspirador.

Marketing de naturaleza y turismo rural

Ideal para promover destinos fuera del circuito tradicional: pueblos con encanto, parques naturales, actividades al aire libre o alojamientos rurales. Este tipo de marketing apela al deseo de reconectar con lo esencial, disfrutar del silencio o vivir a otro ritmo.